¿Por qué hacer terapia psicológica?
En los momentos particularmente difíciles, sentimos que los problemas nos sobrepasan y las emociones parecen fuera de control. Tratamos de resolver ese malestar que hace mella en nuestra vida, pero no acabamos de dar con la tecla para librarnos del desasosiego. Con el paso de los días, surge la natural frustración.
Si has llegado a ese punto -y preferiblemente antes-, te aconsejo que busques un profesional que te ayude a redescubrir la tranquilidad de espíritu que tanto te cuesta recuperar.
No es fácil, lo sé. Algo no va bien, ¿pero por dónde empezar? El malestar te impide valorar con objetividad si necesitas iniciar un proceso terapéutico. E incluso si eres consciente de esa necesidad, es posible que la indecisión te inmovilice.
Por eso queremos ofrecerte una primera sesión informativa gratuita. En ella nos contarás lo que te preocupa y recogeremos información preliminar para asignarte el profesional más indicado para ti.
La base del éxito de la terapia es la relación de confianza entre paciente y terapeuta. Cuando te sientes comprendido expresas tus inquietudes con total libertad. Y no te limitas a ser un mero receptor de las estrategias propuestas por el terapeuta. Cuando el psicólogo te escucha, guía y acompaña hacia la consecución de los objetivos establecidos por ambas partes, te involucras de lleno el proceso de cambio. Y, ante los avances, te sientes bien por haber sido capaz de dar ese primer paso. Ese el principio de todo.

La decisión de acudir a un profesional no es sencilla. Incluso aunque tengas la certeza de que necesitas ayuda, es posible que las dudas te atenacen. Por eso queremos ofrecerte una primera sesión informativa gratuita en la que puedas contarnos tus inquietudes y preocupaciones. Muchas veces, basta con dar el primer paso.
Primera sesión informativa gratuita
Sin compromiso
Terapia online
¿Tienes dificultades para desplazarte?
Excelente alternativa para quienes no tienen fácil acceso a la terapia presencial. Personas con movilidad reducida, residentes en áreas rurales, trabajadores expatriados o nómadas digitales. La modalidad online diluye las barreras físicas y geográficas. Pero esta no es la única ventaja.
Terapia semipresencial
Esta modalidad combina las sesiones presenciales con los encuentros online. La principal ventaja: te permite beneficiarte del contacto humano en aquellos momentos en que más lo necesitas, sin renunciar a la flexibilidad del entorno digital.
¿Qué tratamos?












Solicitar cita
Nos pondremos en contacto contigo lo antes posible.
Opiniones
TESTIMONIOS DE LOS CONSULTANTESLa base del éxito de una terapia psicológica es la relación de confianza entre paciente y terapeuta. Y nada hay tan revelador como el contacto directo entre las personas.
Por eso, te animamos a concertar una primera cita y darnos la oportunidad de que nos conozcas en persona, con calma y sin compromiso.
Aun así, para ayudarte a dar ese primer paso, queremos compartir contigo algunos testimonios de personas que ya han confiado en nosotros.
Quiero agradecer al equipo de BlaBla su profesionalidad y cercanía. Desde la recepción hasta las psicólogas, todos trabajan con cariño y dedicación. Me costaba pedir ayuda psicológica y lo posponía, pero al tomar la decisión me sentí muy cómoda. Contacté con Paula, de administración, y ella gestionó mi primera cita con Icíar. Hablamos una hora, me sentí escuchada y acompañada. Estoy muy contenta con la psicóloga que lleva mi caso y me alegro de haber sido capaz de dar este paso.
He tardado mucho, en realidad demasiado, en darme cuenta de que la tristeza que me embargaba a todas horas no era algo normal, achacable a mi carácter. Durante años pensé que si llenaba mi vida de actividades, esa sensación desaparecería y no ha sido así. Gracias a la orientación de Icíar estoy aprendiendo a identificar lo que me pasa, a ponerle nombre y a abordar lo que me genera insatisfacción de una forma realista.
Me sentía desbordada. Mi única preocupación era que no volviese la ansiedad. En terapia descubrí que ese miedo constante a su regreso era, en realidad, lo que me la provocaba. Como me decía mi terapeuta, era el “miedo a tener miedo”. Aprender a reconocer lo que me pasa y dejar de luchar contra la ansiedad ha sido clave. Desde que tengo herramientas para gestionarla, ha ido descendiendo la sensación de miedo… y, con él, la ansiedad.
No lograba superar el duelo y por eso acudí a terapia. El proceso fue respetuoso y humano desde el primer momento. Me sentí escuchada, sin prisas de ningún tipo. Hablé y lloré como no lo había hecho nunca. Por primera vez, dejé de fingir que estaba bien. Fue un alivio poder mostrar cómo me sentía de verdad. A partir de ahí, comencé a entender mejor lo que me estaba ocurriendo y esto me ayudó a sentirme cada vez más fuerte.
Convivir con TDAH estaba afectando a mi trabajo y a mi relación de pareja. Sentía que todo me costaba mucho más que a los otros y que no llegaba a nada. En terapia he entendido qué me ocurre y por qué, lo que ha sido un alivio. Pero, sobre todo, he aprendido estrategias que me facilitan la vida: me organizo mejor, gestiono mejor los olvidos y entiendo mis límites. Ha sido un antes y un después.
Llegué a terapia con la sensación de tropezar siempre con la misma piedra, sobre todo con mis relaciones de pareja. Sentía que todo acababa mal y no entendía por qué. Trabajando con Laura y revisando mi historia, entendí cómo ciertas experiencias del pasado influyen en mi forma de relacionarme. Me alivió saber que, aunque no puedo cambiar lo vivido, sí puedo comprenderlo. Y, sobre todo, descubrir que hay cosas que está en mi mano cambiar. Esto me está ayudando a romper con ese patrón.
Estaba agotado física y emocionalmente. Sentía que siempre tenía que estar disponible para los demás, aunque no pudiese más. He aprendido a poner límites sin recriminarme o pensar que le estoy fallando a alguien. He empezado a consentirme espacios, a respetar mis tiempos y a valorarme. Es algo así como si hubiera aprendido a parar y llenar los pulmones de aire.
Me he pasado la vida diciendo que sí a todo y tratando de agradar a todo el mundo. Quería evitar conflictos y no decepcionar a nadie. Pero me resultaba tan agotador que acabé aislándome para que nadie me pidiera nada. La teoría es sencilla: nadie tiene por qué estar siempre disponible para los demás. La ayuda de Icíar ha sido imprescindible para que haya sido capaz de llevar esto a la práctica.
Quiero agradecer a BlaBla y a su equipo todo lo que han hecho por mí. Llegué acompañando a mi nieta a terapia, sin imaginar que, en ese proceso, también yo descubriría cuánto necesitaba ayuda profesional. En este espacio me he sentido escuchada y he aprendido que nunca es tarde para cuidarse y que la profesionalidad no está reñida con el trato humano. BlaBla me ha demostrado que conocimiento y cariño pueden ir perfectamente de la mano.
Nos sentíamos perdidos con la educación de nuestro hijo, por eso fuimos al Gabinete BlaBla, donde nos atendió Icíar. Desde el principio propuso sesiones con nosotros, los padres, para trabajar la conducta en casa. Rápidamente entendimos que necesitábamos comprender mejor a nuestro hijo y saber cómo ayudarle de verdad. Icíar nos dio herramientas adaptadas a nuestra familia, a nuestro hijo y a nuestras posibilidades. Supo ganarse nuestra confianza y también nuestro cariño.
Mi relación con BlaBla comenzó por mi hijo, que mostraba reacciones muy impulsivas y nos preocupaba. Al trabajar con el equipo, entendí algo: mi forma responder influía directamente en su comportamiento. Fui consciente entonces de mis propias dificultades para regularme. Gracias al acompañamiento recibido, he aprendido a gestionar mejor mis emociones y a comunicarme de forma más clara. Lo mejor de todo es que este cambio también está beneficiando a mi hijo.
Después de pasar por varios logopedas sin ver cambios reales en mi tartamudez, en BlaBla me atendió una psicóloga que me hizo ver las cosas de otra forma: no se trata de evitar tartamudear, sino de saber qué hacer cuando esto ocurre. Solo con eso ya me sentí más tranquila. Trabajamos técnicas para gestionar lo que me influía al hablar, y hoy, aunque a veces tartamudeo, sé cómo manejarlo y me siento mucho más segura.
Durante mucho tiempo me sentí mal conmigo misma y con mi pareja por cómo educábamos a nuestros hijos. Teníamos formas muy distintas, no nos entendíamos y nada parecía funcionar. Acudimos al gabinete BlaBla, y a través de sesiones con la psicóloga entendimos que muchas de nuestras ideas venían de creencias poco útiles. Aprendimos a cuestionarlas y adaptarlas a lo que necesitábamos como familia. Ahora nos sentimos más unidos como pareja y conectamos mejor con nuestros hijos.
Durante toda mi vida he sentido una inquietud constante. Acudí a varios profesionales, me diagnosticaron ansiedad y depresión, y probé medicación, pero no mejoré. Al llegar a BlaBla, Icíar hizo una exploración detallada y, por primera vez, me detectaron TDAH. Empecé tratamiento con medicación y terapia centrada en concentración y organización. El cambio ha sido brutal: estoy más tranquila, me concentro mejor y aprovecho más la terapia. Estoy muy agradecida: Icíar ha transformado por completo mi vida.
Siempre he sido muy tímida. Para mí, hablar en público significaba hacerlo ante más de dos personas, y eso ya me bloqueaba. Mientras teletrabajaba no fue un problema, pero con un cambio profesional, ahora tengo que enfrentarme a situaciones sociales que antes evitaba. Icíar me está ayudando a entender mis miedos, a ponerles nombre y, sobre todo, a sentirme capaz de afrontarlos. Por primera vez, me siento capaz de conseguirlo.















¿Quieres que nos conozcamos?
686 20 17 09
Gabinete Psicológico BlaBla
Local 1: Avd. del Ing. Emilio Herrera 7,
Sanchinarro, Madrid 28050

Este espacio está coordinado por Icíar Casado, psicóloga clínica convencida del poder del acompañamiento para ayudar a quien se enfrenta a momentos de vértigo.
No te proponemos soluciones mágicas ni respuestas universales. Nuestra función tampoco es decirte qué tienes que hacer, sino ayudarte a ver con más claridad lo que ahora te parece tan confuso.
¿Por qué nosotras?
Porque no prometemos soluciones fáciles ni simplificamos lo que sientes. Te hablamos con claridad de lo que puedes esperar del proceso terapéutico y lo que implica comprometerse con él.
Porque no buscamos encajarte en un protocolo. Tú marcas el ritmo, sin juicios ni presiones.
Porque combinamos experiencia con una mirada actual de la psicología.
Porque no vienes a que te digamos qué hacer, sino a construir tu propio camino.
Porque sabemos que pedir ayuda no es fácil. Por eso cuidamos este primer paso… y cada uno de los que vienen después.