Trastornos de ansiedad

La ansiedad es una reacción natural de nuestro organismo ante situaciones de peligro o estrés. En pequeñas dosis es muy útil: nos mantiene alerta y preparados para actuar ante amenazas percibidas o reales. Sin embargo, cuando esta respuesta es desproporcionada, constante o se escapa de nuestros control, hasta el punto de interferir en nuestra vida diaria, se transforma en un problema grave.

Una ansiedad descontrolada se manifiesta de muchas formas: preocupación excesiva, tensión física, insomnio, dificultad para concentrarse, irritabilidad y sensación constante de inquietud. Estos síntomas pueden afectar a nuestras relaciones, el desempeño laboral o académico, y la capacidad para disfrutar de la vida.

La terapia te ayuda a:

  • Identificar las causas subyacentes: la ansiedad puede estar relacionada con factores como experiencias traumáticas, estrés prolongado, problemas de autoestima o incluso predisposición genética. El primer paso para manejarla es identificar su origen.
  • Aprender herramientas de gestión: las técnicas terapéuticas, como la terapia cognitivo-conductual (TCC), pueden ayudarte a identificar y poner en perspectiva patrones de pensamiento negativos que alimentan la ansiedad. También aprenderás técnicas de relajación, mindfulness y estrategias para manejar el estrés.
  • Desarrollar resiliencia emocional: a través de la terapia desarrollas habilidades para enfrentarte a las dificultades con mayor eficacia y, con ello, reduces la probabilidad de que la ansiedad vuelva a repetirse en el futuro.
  • Reestablecer el equilibrio emocional: a través del trabajo conjunto con tu terapeuta, recuperas progresivamente la sensación de control sobre tu vida, lo que se traduce en un mayor bienestar emocional.