Trastorno de pánico

El trastorno de pánico se manifiesta como episodios súbitos e intensos de miedo o terror (ataques de pánico), acompañados por lo general de síntomas físicos como taquicardia, sudoración, sensación de ahogo o mareos. Estos episodios pueden llegar a ser tan intensos y debilitantes que muchas personas evitan algunas situaciones por temor a que se repitan.

La terapia te ayuda a:

  • Entender qué es un ataque de pánico, por qué ocurre y cómo funciona tu cuerpo durante estos episodios.
  • Identificar y transformar los pensamientos catastróficos que contribuyen a la aparición de nuevos ataques.
  • Aprender estrategias de autorregulación emocional (como técnicas de respiración, relajación muscular y atención plena) que te ayuden a recuperar el control en momentos de crisis.
  • Reducir la hipervigilancia corporal, ayudándote a interpretar las sensaciones físicas sin asumir que son señales de peligro.
  • Exponerte gradualmente a situaciones temidas, en caso de evitación o agorafobia.
  • Reforzar tu autoestima y la confianza en ti mismo.